La copa de plomo y oro - Cornelia Funke

 La copa de plomo y oro 
| Cornelia Funke 

Sinopsis

Es invierno en Londra, todo está cubierto de nieve y hace un frío de los mil demonios, allí la joven Tabetha lucha por sobrevivir en las calles buscando tesoros en las orillas del río Tames. En nochebuena, un peligroso extraño le pide que busque un objeto mágico invaluable perdido hacía mucho tiempo: la copa de plomo y oro. La palabra "copa" se propaga rápidamente entre los chicos de la calle, por esto Tabetha debe acelerar su búsqueda. En ella se topara con peculiares personajes, como una joven que solo tiene un brazo, los elfos del aliso o una imponente chef troll. Pronto descubrirá que hay fortunas más grandes que encontrar una copa mágica.

Crítica:

Esta crítica llega un poco tarde y, tal vez, cuando la leas ya no sea Navidad, pero nosotras la leímos justo un día antes, cuando todo sucedía en el libro, y sentimos que la magia fluía de sus páginas en el momento perfecto. Fue como si la historia nos hubiera encontrado en el instante justo.

La trama se desarrolla en un mundo paralelo, lo que nos recuerda a otra obra de la autora (Reckless), y tal vez estén conectadas, porque, como bien sabemos, Cornelia Funke nunca deja cabos sueltos. En esta ocasión, nos lleva a Londra, un juego de palabras para referirse a Londres, una ciudad fría, cubierta de nieve y sumida en la oscuridad del invierno, justo en la víspera de Navidad. Ese día mágico, en el que los milagros parecen posibles y lo extraordinario cobra relevancia, marca el tono de un escenario fantástico lleno de posibilidades.

Es allí donde conocemos a Tabetha, una joven huérfana que lucha por sobrevivir en las heladas callejuelas de esta gris ciudad. La joven recuerda a Oliver Twist, pero con un toque de fantasía. A diferencia del clásico personaje, ella no se dedica a robar la cartera de algún transeúnte distraído, sino que se gana la vida buscando objetos perdidos en las orillas del río Támesis.

La trama comienza a desarrollarse cuando un extraño le encomienda la misión de encontrar un objeto mágico perdido: la copa de oro y plomo, un artefacto que puede transformar la suerte de quien lo posea. Al principio, Tabetha no entiende completamente el alcance de su misión, pero la palabra "copa" se propaga rápidamente entre los chicos de la calle, y todos parecen unirse en una búsqueda frenética.

Dejemos la historia ahí y centrémonos en los puntos fuertes de este relato para evitar spoilers innecesarios:

1. Cornelia Funke nos demuestra una vez más que su prosa es una apuesta segura para salir de cualquier bloqueo lector o para terminar el año con una historia entrañable, llena de personajes que rápidamente se convierten en favoritos del lector. Además, nos muestra que sus recursos literarios son infinitos. Un claro ejemplo de esto es la inclusión de una joven con un solo brazo, quien, más que con valentía e ingenio, demuestra que lo único que se necesita es saber comprender a las personas. También está la figura de una chef troll que, a pesar de su apariencia malvada, tiene un corazón de oro.

De esta manera, Funke dota a sus personajes de una humanidad profunda, sorprendiendo a su público y enseñando que no todo lo que brilla es oro, ni todas las criaturas mágicas están destinadas a cumplir roles arquetípicos.

2. La travesía del héroe nos lleva a una reflexión importante sobre la verdadera fortuna: ¿Estamos buscando poder y riqueza, o algo más profundo, como la amistad, el sacrificio y la verdadera valentía? La copa, que al principio parece ser el objetivo final, termina siendo solo un símbolo de lo que Tabetha necesita aprender sobre sí misma y el mundo que la rodea.

Este relato también demuestra que para reflexionar sobre temas tan relevantes de la existencia humana, no se necesitan cientos de páginas ni largas disertaciones. Con unas pocas páginas y palabras cuidadosamente elegidas, Funke logra desarrollar un tema profundo que deja una reflexión resonando en las mentes de los lectores.

3. El estilo de escritura de Cornelia Funke es pura magia: Su estilo es detallado, evocador y sabe capturar la esencia de la atmósfera que crea. La narrativa fluye con facilidad, y la autora sabe cuándo inyectar acción, emoción y tensión en el momento adecuado, haciendo que cada giro en la trama se sienta inevitable y satisfactorio.

Aunque Cornelia Funke ha manifestado en varias ocasiones que no es fanática de los cuentos de hadas tradicionales, en esta obra decide recurrir a ellos de manera sutil pero significativa. Los cuentos de hadas, a pesar de sus estructuras repetitivas y a veces previsibles, contienen en su interior una riqueza de simbolismo y verdad sobre la naturaleza humana. Estos relatos, que a menudo parecen simples fantasías, en realidad son reflejos de las preocupaciones, miedos y valores de las culturas que los crearon. En un tiempo en el que los seres humanos dependían en gran medida de la naturaleza para explicar lo que sucedía a su alrededor, los cuentos de hadas servían como una especie de brújula emocional, transmitiendo las tradiciones, las lecciones y las advertencias de cada pueblo. Son, en cierto sentido, "máquinas del tiempo" que nos permiten asomarnos a las creencias y preocupaciones de generaciones pasadas, mostrándonos lo que realmente importaba a esas personas y lo que las aterraba. Funke, al recurrir a este recurso, no solo honra la tradición de estos relatos, sino que también aprovecha su poder para profundizar en temas universales como la amistad y la confianza.

Como conclusión, La copa de oro y plomo es un cuento corto verdaderamente cautivador, con una trama llena de personajes que dejan una huella duradera. Cornelia Funke logra tejer una historia que no solo apela a la aventura, sino que también invita a reflexionar sobre la vida, los sueños y el tesoro que es la amistad en nuestras vidas. Si eres fan de la fantasía, donde los personajes no solo buscan tesoros, sino también respuestas a las grandes preguntas de la existencia, este es tu libro.

Tabetha es una protagonista con la que es fácil conectar, y a través de su historia, Funke nos invita a mirar más allá de lo que está frente a nosotros, a descubrir el valor de lo invisible y a aprender que las verdaderas riquezas muchas veces no son las que imaginamos.


¡Una lectura altamente recomendada!




Frases 

-[9] La nieve cubría las calles adoquinadas con un manto tan grueso que silenciaba todos los primeros sonidos del amanecer. Era tan suave que Tabetha casi olvidaba lo fría que se sentía bajo sus zapatos gastados. Los estrechos callejones que tomó para llegar al río eran los mismos de todos los días,  pero hoy las hileras de casas descuidadas parecían sacadas del escaparate de una panadería: Los tejados estaban glaseados y de las chimeneas salían ráfagas de azúcar al cielo de la aurora. Por un momento, Tabetha casi llegó a creer que al derretirse la nieve también se llevaría toda la fealdad y la tristeza que ocultaba. Tal vez Londra emergería entonces como el lugar mágico y resplandeciente del que su madre le hablaba (...)

-[10] Su madre empacó todas sus cosas para empezar con Tabetha una nueva vida en Londra, la ciudad remota llena de risas y luces sobre la que tanto le habla a su hija. Pronto descubrieron,  sin embargo, que las luces y las risas costaban un precio que sólo los ricos podían permitirse.

-[14] ... Por el contrario, encontrar cosas en el lodo la llenaba de orgullo. Se trataba de objetos perdidos y rotos, como ella, pero todos eran supervivientes, venían de lejos y cada uno ocultaba su propia historia.

-[15] Tabetha no sabía si amaba u odiaba el Tames. A veces sus orillas le parecían su único hogar, pero en días como éste - cuando otros se reunían en sus casas con sus familias, las aguas en movimiento la hacían sentirse aun más desamparada.

"¡Deja de pensar!", se ordenó a sí misma. La autocompasión era el veneno que más temía, se alimentaba de su corazón.

-[24] Las sopas de los Fuentes hacían creer que el mundo era un lugar benévolo, y eso bien merecía el riesgo de que una bruja la sirviera.

-[25] ... Las paredes estuvieran cubiertas de cartas y tarjetas postales enviadas por clientes que habían  encontrado un hogar en las sencillas mesas de madera del local,  la mayoría procedía de lugares cuyos nombres Tabetha no había oído jamás. Todas ellas confirmaban la promesa que el río le susurraba cuando rebuscaba en el fango de su ribera: el mundo era inmenso y estaba lleno de cosas, criaturas y lugares milagrosos.

-[39] Todos los muchachos que buscan en la ribera creían que el Tames era un ser vivo que , según sus impredecibles cambios de humor, te concedía o te arrebataba algo. A menudo arrojaba algo valioso de vuelta a sus aguas lodosas, en pago por su ayuda y para asegurarse de que se mostrara generoso con ellos.

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