La biblioteca prohibida - David Connis


La biblioteca prohibida 
| Dave Connis

Sinopsis 

Eleanor & Park
Las ventajas de ser un marginado
¡Habla!

Esos son solo algunos de los libros que prohíben en la Academia Lupton. Y cuando Clara Evans, una lectora apasionada a la que le encanta quedarse hasta altas horas de la noche resaltando sus frases favoritas en los libros,  se entera de la censura, decide tomar medidas. Las novelas icónicas que figuran en la lista de lecturas prohibidas han sido retiradas de la biblioteca y no están permitidas dentro de las instalaciones del instituto. Cualquier estudiante que atrapen con alguno de estos libros deberá enfrentar un severo castigo. 

Muchas de esas historias han cambiado la vida de Clara, es por eso que no piensa quedarse de brazos cruzados viendo cómo el director abusa de su poder.

Dentro de su taquilla, Clara crea una biblioteca clandestina, y hace transacciones con libros como Eleanor & Park o Las ventajas de ser marginado. Pero cuando uno de sus libros más preciados queda unido a una tragedia inesperada, se ve obligada a asumir un rol protagónico.

¿Será capaz de hacer las paces con sus sentimientos en conflicto?
¿O luchar por esta causa noble será demasiado difícil de soportar para Clara?

Crítica 

"La biblioteca prohibida", de Dave Connis, cautiva desde la primera página. Su premisa, original y provocadora, atrae de inmediato, y aunque el desarrollo narrativo presenta algunos altibajos, el mensaje que transmite resuena con una profunda y conmovedora carga emocional.

La historia sigue a Clara, una joven apasionada por los libros que se niega a aceptar pasivamente la censura de ciertos textos considerados peligrosos por los adultos. Esta decisión detona una vibrante aventura que entrelaza la rebeldía juvenil con un genuino amor por las historias, recordando el valor de la literatura como refugio, herramienta de cambio y forma de resistencia. Sin duda, conmoverá a cualquier amante de la lectura.

El libro resultó ser una grata sorpresa, pues la obra transporta al lector a momentos de su propia vida, evocando recuerdos y emociones a menudo relegados a la nostalgia. En nuestro caso, nos remitió a los años escolares, a esas tardes en que la biblioteca era un refugio silencioso y mágico, entre cuyas estanterías descubrimos las historias que nos han moldeado.

Uno de los mayores logros de Connis es la creación de un personaje tan auténtico como Clara. Resulta notable cómo un autor adulto logra encarnar con tanta convicción la voz de una joven. Clara no solo resulta creíble, sino profundamente humana. Su voz, llena de matices y emociones, refleja las dudas, pasiones y miedos de una adolescente que encuentra en los libros un medio para entender y enfrentar el mundo. Esta sensibilidad singular enriquece enormemente la obra.

A lo largo de la historia, Clara nos recordó aspectos de nuestra propia vida. Su amor por los libros y su valentía evocaron recuerdos personales, especialmente aquellos vinculados a nuestra profesora de literatura, quien, al igual que la Señorita Croft, influyó decisivamente en nuestro amor por la lectura. Si bien nos habría gustado tener un vínculo tan significativo con un bibliotecario como el que aparece en la novela, nos sentimos identificadas con Clara y su experiencia. Su historia resuena con la de quienes han encontrado en los libros una forma de comprenderse a sí mismos y al mundo.

Sin embargo, "La biblioteca prohibida" trasciende la mera oda a los libros. Dave Connis aborda temas complejos y profundos que amplían el espectro emocional de la obra. A través de Clara y algunos personajes secundarios, se exploran el difícil tránsito a la adultez, la aceptación de la sexualidad, las presiones sociales e incluso el sufrimiento humano, incluyendo un intento de suicidio. Este enfoque dota al libro de una profundidad inesperada, demostrando que la literatura juvenil puede ser tanto emotiva como reflexiva. No obstante, la ambición de abarcar tantas temáticas a veces perjudica la narrativa. Algunos conflictos, aunque poderosos, se resuelven con cierta precipitación, dejando al lector con la sensación de que ciertas subtramas requerían mayor desarrollo.

Un aspecto destacable es la celebración del poder transformador de la literatura. Hay pasajes cuya belleza invita a detenerse, releer y saborear las palabras. Clara es una protagonista entrañable: decidida, apasionada y maravillosamente imperfecta, lo que la hace profundamente humana. La narrativa, de ritmo ágil, facilita la inmersión en la historia, pero también ofrece momentos de introspección que enriquecen la experiencia lectora.

Además, el contexto de la censura y la prohibición de libros añade una capa de relevancia social. En tiempos en que se cuestiona qué historias deben contarse, "La biblioteca prohibida" se erige como un recordatorio de la importancia de proteger las historias, las voces y las diversas perspectivas. Invita a reflexionar sobre el impacto de la literatura en nuestras vidas y en la sociedad.

A pesar de ciertas imperfecciones, "La biblioteca prohibida" es una lectura valiosa. Su mensaje, poderoso y necesario, resuena especialmente en una época en que la censura y la polarización amenazan con silenciar ideas y relatos que nos enriquecen. La obra es un homenaje a los libros y a quienes luchan por preservarlos, una celebración de la palabra escrita y su capacidad transformadora.

Le otorgamos 4 de 5 estrellas, pues nos conmovió profundamente y generó numerosas reflexiones. Para quienes busquen una historia que celebre el poder de los libros y aborde temas complejos, "La biblioteca prohibida" es una lectura recomendada.




Apartados 

-[11] Canté No me pisotees, No me pisotees  mientras  entraba en casa con el libro recién salido de la tierra de las maravillas y las travesuras, de los hechizos y contra hechizos, de las culturas, las digresiones elaboradas con amor, los vericuetos de la sabiduría, las sinfonías de fábula y locura, la realidad iluminada y la fascinación que brilla en la oscuridad: la librería local.

-[31] Puede parecer injusto, pero lo que pasa en unos pocos días,  a veces hasta en un solo día, puede cambiar una vida para siempre ...  - Khaled Hosseini, Cometas en el cielo.

-[36] Mucha gente le temía al silencio pero, en mi experiencia, el silencio era donde venían mis mejores ideas. Lo mismo me ocurrió frente a la cueva. Lo mismo cuando me pregunté: ¿y si unimos el mundo de nuevo de una forma en la que nadie lo espera? ¿Y si creamos una biblioteca? - Lukas Gebhardt, No me pisotees.

-[44] Había construido mi completa - aunque relativamente corta- existencia alrededor de los libros.No porque no tuviera amigos, sino porque desde que aprendí a leer, los libros habían marcado mi vida. Mientras que algunos definían el paso de los años según el año escolar que estaban cursando, yo lo definía según el libro que más me había cambiado ese año.¿Cómo me había ido hasta ahora en el instituto:

1er año:  La casa de ventanas de madera.
2do año: ¡Habla!
3er año: Las ventajas de ser marginado
4to año: El guardián entre el centeno.
5to año: Adivinando de antemano ... No me pisotees.

Cada libro me hizo quien soy.Cada página me construyó pieza por pieza.

-[45] Yo era una lectora empedernida. No había ningún aspecto de mi vida que no hubiera estado guiado por un libro y, en su mayoría, había sido un viaje ininterrumpido. Nadie, especialmente mis padres, me habían dicho que leer era raro, que estaba mal o que debía tener cuidado con los libros que dejaba entrar en mi cerebro.

-[50] Estaba enfadada por todo ese asunto, pero lo que más me enfurecía era que me hicieran sentir que los últimos años de mi vida no valían nada. De algún modo que no alcanzaba a comprender,  sentí como si hubiera  un antes y un después de la censura.Antes de estar prohibidos, los libros no eran más que palabras valiosas en páginas inocentes, pero ahora esas palabras estaban sucias,  manchadas.Tenía la impresión de que debía sentirme culpable de considerar a los libros parte de mi propia historia.

-[97] -¡Buenos días!- exclamó sorprendentemente animada.
Nadie respondió al saludo, el descontento crecía como las flores silvestres del campo. El clima era estático pero a la vez ensordecedor. El silencio relataba una historia de opiniones que se formaban y de frustraciones que iban agrandándose.

-[98] Tenemos la libertad de protestar, no hay nada más típicamente nuestra que una protesta.¿El motín del té de 1773?Protesta.¿El discurso de Martín Luther King de << Yo tengo un sueño>>? Protesta.¿El desfile por el sufragio femenino de 1913? Protesta. Todas esas protestas  rechazaron el statu quo y tuvieron muchos opositores, que acusaron a sus creadores de ridículos. Para la mayoría, es fácil mirar hacia atrás y alabar aquellos que lucharon por los derechos de los demás.Las protestas de la historia son mucho más fáciles de aceptar que  las del presente. La historia no nos exige nada, ni siquiera que sepamos que pasó. Pero ¿el presente?, lo requiere todo de nosotros.

-[99] No aceptéis las cosas sin decir nada. El tiempo no cambia las cosas, las personas lo hacen.El tiempo se adapta.

... -La próxima vez- advirtió apoyándose sobre el borde del escritorio-, en lugar de quedaron sentados clavándome puñales por la espalda, haced algo, decid algo. Y no me refiero a una publicación en un blog o en cualquiera de las redes sociales, que conseguirá más <<me gusta>> que soluciones. Si no os dais cuenta de la importancia de las libertades que nos han dado y las responsabilidades que traen consigo, entonces nunca sabréis lo que realmente es la libertad.

-[141] (...)Pero así no era cómo funcionaban las cosas en Lupton, las mesas eran reinos separados por fosas llenas de miradas y murallas erigidas sobre inseguridades.Acercase a una que no fuera la tuya, a menos que fuera una persona increíblemente sociable y aprobada de antemano, llamaría tanto la atención como usar el micrófono de un karaoke para confesar un asesinato. Era tan panem et circenses.

-[158] Eché un vistazo hacia la mesa de las Estrellas, donde todavía faltaba Jack Londenhauer,  aunque sabía que si escuchaba las conversaciones que se mantenían  a mi alrededor, él estaría presente en todos lados. Supuse que todos éramos basura de circo. Nos comportábamos como si estuviéramos por encima de ser un verdadero desastre, cuando en realidad todos éramos como una bomba a punto de explotar y haríamos lo imposible por olvidar,  aunque fuera por un. momento que todavía estábamos dolidos por marcharnos y abandonar nuestros propios destrozos. Me prometí que jamás volvería a pronunciar ni una sola palabra negativa acerca de Jack Londenhauer.

-[184] En cuanto vi estantes con libros a través de las ventanas de la tienda, con solo pensar en el olor que habría dentro,  me sentí más ligera. Papel, naturaleza condensada y manos elaborando palabras, algo imprescindible, lleno de magia y conocimiento.Puntos, comas,  digresiones, analogías.La belleza de los pensamientos cotidianos transformados en poesía.Estaba todo allí y me invadió una leve sensación de paz dentro del caos que reinaba en mi mente.

-[208] Las personas respiran, comen, cargan cosas pesadas.Si tienes un corazón que late, tienes un problema.Porque me hizo pensar en el mundo como un lugar donde todos deambulaban sin prisa entre sus propias debilidades. Asustados, inquietos.Todo me pareció menos atemorizante sabiendo que Holden también estaba ahí.

-[209] -Esa inocencia de la infancia no puede perdurar eternamente y creo que no debería- respondí- Todas esas personas actúan como si fuera la mayor forma de felicidad, pero todo está basado en la ignorancia. Los niños son felices porque ignoran cómo es el mundo, lo cual es bueno, para los niños. Pero ¿para nosotros?¿Acaso no es mucho más potente elegir la felicidad sabiendo cómo es el mundo realmente?¿Pelear por ella? ¿Encontrar nuestra propia alegría en medio de todo lo que sucede? Pensé que, tal vez, tú llegarías a las mismas conclusiones.

-[210] Siempre había supuesto que las personas que no experimentaban un libro de la misma manera que yo no lo estaban observando correctamente.No lo entendían, lo malinterpretaban.Pero, de pronto, comprendí que no había un contexto que tener en cuenta.¿Acaso  era yo una privilegiada por poder adorar los libros en los que el dolor fluía de manera abundante sin sentir más desesperanza?¿Era un privilegio o simplemente cambiaba de una persona a otra? ¿O ambas cosas?Pero yo tenía amigos que adoraban ese libro.Amigos que experimentaban el dolor de manera profunda que conectaban de la misma forma que yo.

-[213] - ¿Aceptamos el odio que recibimos porque todos odiamos a alguien?
-Sí, claro, todos odiamos- respondió- Solo es cuestión de ver si es otro o a ti mismo.
-Eso no mejora la cuestión, Jack.No lo aceptes.
-¡No lo estoy aceptando, maldita sea!-gritó- Es solo que es completamente ridículo pensar que no odiamos ni odiaremos a nadie. Es mejor aprender a reconocerlo en nosotros mismos...porque entonces sabremos que odiamos y, al saberlo, será más fácil dejar de hacerlo.
Suspiré.Tenía razón.
-¿A quién odias?- pregunté apoyándome contra la pared junto a él.
-A todos y a mí mismo.
-Entonces, ya que lo sabes, ¿puedes dejar de hacerlo?
-No- contestó meneando la cabeza- No sé por qué odio, solo sé que es así.¿Cómo puedes dejar de hacer algo si no sabes por qué lo haces?

-[238] ¿Por qué había pensando en alguien no podía sufrir? El sufrimiento es como la lluvia, que cae y gotea por todos lados.No queda un solo lugar que no moje, entonces ¿por qué se consideraba aceptable descartar el dolor de una persona por considerar que era poco? Era como si creyéramos que existía un criterio universal para lo que deberían ser los niveles de sufrimiento de una persona antes de sentir empatía por ella.

-[279] (...)Tú no fuiste la responsable del cambio: fueron los libros. Para ellos, no era necesario que fueran un ángel, perfecta. Bastaba con que estuvieras dispuesta a repartirlos.Tú has colaborado para que eso suceda desde hace años, no solo con la Bibsec. Piensa en tus pequeñas Bibliotecas.Si esa minúscula biblioteca de tu taquilla ha hecho tanto en tan poco tiempo, piensa en lo que ellas han hecho.Los libros son salvajes, no puedes controlarlos.Las personas son salvajes, no puedes controlarlas.Júntalos y no puedes saber lo que ocurrirá, pero tú no eres responsable de eso.

-[284] El problema es que nos ponemos a nosotros mismos en las páginas, con todo nuestro ser.Cada oscuridad, cada luz, cada pasión, cada herida.Leemos con todas las capas que constituyen quienes somos actuando como filtros. Leemos con todo lo que nuestros ojos han visto y con todo lo que ha sentido nuestro corazón desde que nacimos.Con una humanidad tan densamente constituida, no podemos ser nosotros los encargados de que alguien no malinterprete un libro. Y no pueden ser los libros los encargados de asegurarse de que las personas no se maten o no odien a alguien, o que quieran a alguien... o incluso que decidan ser presidentes.Lo que hacemos, antes y después de leer, es nuestra decisión, es algo que nosotros elegimos. Y esa elección es la libertad.

-[306] Los libros son una luz, una luz que disuelve el odio y la ignorancia.Muestran nuevos caminos a seguir. A otros, les hacen ver la profundidad de la rotura, supuestamente irreparable.Los libros iluminan algo distinto para cada uno de nosotros. Los libros cambian vidas porque son cerillas, son las cerillas que encienden fuegos que muestran la grandeza del mundo, la profundidad de los otros, un camino donde podemos vernos a nosotros mismos.

Esos fuegos pueden resultar fáciles.
Pueden resultar difíciles.
Pueden hacernos más fuertes.
Pueden costarnos mucho a nosotros y a quienes nos rodean.
Pueden hacernos más valientes.
Pueden hacernos disentir.
Pueden acercarnos.
Pueden herirnos.
Pueden alegrarnos.
Pueden hacer que alguien sufra.
Pueden volvernos arrogantes.
Pueden confundirnos.
Pueden hacernos creer que sabemos más de lo que sabemos.
Pero nos harán libres.
Y yo ansiaba que el mundo siguiera girando alrededor de su resplandor.

Siempre lucharía para que las personas pudieran elegir estar rodeadas de ese resplandor.
Y por algo más.
Siempre lucharía por un mundo que continuara siendo receptor de esos libros.
De esos fuegos.

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