El Ingenio de los Pájaros - Jennifer Ackerman
Pajáros | Jennifer Ackerman
Sinopsis
Los pájaros son unos animales con una inteligencia fascinante. Nuevos y revolucionarios estudios de investigación demuestran que algunas especies despliegan asombrosas formas de inteligencia, comparables a las de los primates e incluso a las de los seres humanos. Mientras viaja alrededor del mundo, Ackerman no sólo narra la historia de la recién descubierta inteligencia de los pájaros, sino que, además, profundiza en los últimos hallazgos acerca del cerebro aviar, hallazgos que están cambiando nuestra concepción de lo que significa ser inteligente. Destaca la impresionante habilidad social de estos animales. Engañan y manipulan, escuchan a hurtadillas, hacen regalos, se besan para consolarse, chantajean a sus parejas, se alertan mutuamente del peligro, convocan a testigos para presenciar la muerte de otra ave e incluso hacen duelo. Esta elegante investigación y cuaderno de bitácora entreteje anécdotas personales con datos científicos sorprendentes.
Crítica
"El Ingenio de los Pájaros" de Jennifer Ackerman es un libro que, a primera vista, atrae la mirada del lector en cualquier librería. Su diseño es atractivo y el resumen de la contraportada es lo suficientemente llamativo como para que, al menos, se tome el libro y se le eche una ojeada rápida, lo que indica un buen acierto de la editorial en términos de marketing. Sin embargo, al adentrarse en los primeros capítulos, se revela cierta dificultad para encontrar placer en la lectura, especialmente para el lector incauto con nulos conocimientos en neurociencia y biología. A pesar de ello, es posible aprender sobre estos espléndidos animales que, en muchas ocasiones, nos alegran el día.
Admiramos a los pájaros por su colorido, sus trinos y sus juegos aéreos que nos hacen alzar la vista hacia el plácido cielo azul. Pero, más allá de una anécdota fugaz, solemos olvidarlos y encasillarlos como animales de feria, simple decoración que alegra el paisaje cotidiano de forma efímera. Sin embargo, si los observamos con atención, como un gato al acecho, podríamos darnos cuenta de que, más allá de las plumas, picos y alas, hay un mundo oculto por descubrir. Y es precisamente este mundo el que Ackerman nos revela a través de una selección de sus estudios sobre estas criaturas emplumadas.
A modo de diario de campo, o más bien de ensayo científico, la autora parte de la premisa de desmentir el viejo dicho de "ser tan tonto como los pájaros" o "tener cerebro de pájaro". A través de una travesía que nos lleva desde Estados Unidos hasta Papúa Nueva Guinea, Ackerman nos muestra los esfuerzos de científicos de todo el mundo para entender las particularidades de algunas especies de aves que han destacado por su innegable inventiva y astucia.
Algunas de las aves que más se mencionan en el libro son los cenzontles, el cuervo común americano, las palomas, con su habilidad de ubicación, y otros pájaros menos conocidos, como los pergoleros. Estos últimos, desde mi perspectiva, son particularmente interesantes por su singular forma de construir sus nidos y su estilo de vida único, lo que los hace no solo atractivos para el estudio, sino también dignos de ser conocidos en su hábitat natural.
Aunque la autora centra su argumento, en gran medida, en medir, pesar y explicar la conformación del cerebro de estas aves, también recurre a características propias de cada especie para sobrevivir en un ambiente que cambia inexorablemente debido a la acción del ser humano. Desde los cuervos con sus herramientas hasta las aves que roban azucarillos en las islas y cambian su dieta, pasando por aquellas que aprenden en grupo a sobrevivir en ambientes cada vez más hostiles, Ackerman logra explicar con éxito la genialidad de estos pájaros a través de la inventiva y la adaptabilidad que demuestran, destacándose sobre otros congéneres más tradicionales.
Cada capítulo del libro cuenta con algunas ilustraciones en blanco y negro que, si bien aportan belleza al texto, pueden resultar insuficientes para quienes no tienen conocimientos profundos de ornitología. Sería un gran acierto que la editorial incluyera más ilustraciones a color, con los nombres de las aves, para facilitar la lectura a quienes se inician en este fascinante mundo. Igualmente, un anexo o glosario de términos científicos o aviares sería bien recibido por el lector y público general.
Este libro no es solo una compilación del arduo trabajo científico de la autora, sino una invitación a reconsiderar nuestra percepción del mundo natural. A través de una prosa rigurosa, Jennifer Ackerman nos abre las puertas a la sorprendente inteligencia de estos animales, revelando un universo de comportamientos complejos, adaptaciones ingeniosas y capacidades cognitivas que desafían nuestras ideas preconcebidas. Si bien requiere cierta paciencia y predisposición a la terminología científica, la recompensa es invaluable: una profunda comprensión de la genialidad que se esconde tras el vuelo de un pájaro, una genialidad que nos recuerda la asombrosa diversidad y complejidad de la vida en nuestro planeta. Este libro nos invita a mirar al cielo con nuevos ojos, apreciando no solo la belleza de las aves, sino también su asombrosa inteligencia.
Frases
-[9] Durante largo tiempo se pensó que los pájaros eran bobos, seres con ojos pequeños y brillantes y el cerebro de un mosquito, reptiles con alas, cabezas de chorlito, pavos que colisionan contra los vidrios de las ventanas, pican en sus reflejos, se posan sobre cables de luz y cometen errores garrafales que los abocan a la extinción.
-[10] Hay pájaros capaces de contar y realizar cálculos matemáticos simples, de fabricar sus propias herramientas, de moverse al ritmo de la música, de entender principios básicos de física, de recordar el pasado y de hacer planes para el futuro.
-[11] En 2002, Alex Kacelnik y sus colegas de la Universidad de Oxford "preguntaron" a una hembra de cuervo de Nueva Caledonia cautiva llamada Betty: "¿puedes agarrar la comida que está fuera del alcance, en un pequeño cubo al otro lado de este tubo?". Betty dejó atónitos a los experimentadores al reaccionar de manera espontánea doblando un trozo de alambre para fabricar un gancho y alzar con él el pequeño cubo.
-[12] Cabeza de chorlito: este agravio respondía a la convicción de que los pájaros tenían un cerebro tan minúsculo que sólo servía para gestionar las conductas instintivas.
-[12] Las aves y los seres humanos han evolucionado de manera independiente desde hace mucho tiempo, desde nuestro último antepasado común, hace más de trescientos millones de años. Pero sucede que algunas aves presentan un cerebro relativamente grande en comparación con el tamaño de su cuerpo, como ocurre en nuestro caso. Es más, en lo concerniente a capacidad intelectual, el tamaño parece tener menos relevancia que el número de neuronas, su ubicación y su interconexión. Y resulta que algunos cerebros aviares tienen cantidades elevadas de neuronas justo donde más importa, con densidades similares a las halladas en los primates y conexiones y relaciones muy similares a las nuestras.
-[13] Sabemos que los pájaros cantores aprenden sus canciones tal como nosotros aprendemos el lenguaje y que transmiten dichas melodías en sofisticadas tradiciones culturales que dieron comienzo hace decenas de millones de años, cuando nuestros ancestros primates aún corrían a cuatro patas.
-[13] Algunas aves son euclidianas natas, capaces de utilizar pistas geométricas y puntos de referencia para orientarse en el espacio tridimensional, desplazarse por territorio ignoto y localizar tesoros ocultos. Otras son contables por naturaleza.
-[14] He observado a los pájaros gran parte de mi vida y siempre he admirado su coraje y su concentración y esa vitalidad firme y rápida que parece imposible de contener en sus diminutos cuerpos.
-[17] A la hora de juzgar la inteligencia general de los animales, los científicos pueden evaluar sus capacidades de supervivencia y reproducción en múltiples entornos distintos. Medidas por este rasero, las aves superan a casi todos los vertebrados, incluso, los peces, los anfibios, los reptiles y los mamíferos. Son la única fauna presente prácticamente en todo el planeta.
-[18] Mientras nuestros parientes mamíferos se ocupaban de crecer, las aves, por el mismo proceso de selección natural, se dedicaban a empequeñecerse. Mientras nosotros aprendíamos a caminar erguidos sobre dos patas, ellas perfeccionaban su ligereza y su vuelo. Mientras nuestras neuronas se ordenaban en capas corticales para generar un comportamiento complejo, las aves concebían una arquitectura neuronal completamente distinta, diferente de la de un mamífero, pero, al menos en ciertos aspectos, igual de sofisticada. Como nosotros, se dedicaban a entender [19] cómo funcionaba el mundo, y mientras lo hacían, la evolución iba perfeccionando y esculpiendo sus cerebros y otorgando a sus mentes los magníficos poderes que presentan hoy.
-[23] Este libro persigue entender los distintos tipos de genialidad que han posibilitado a las aves ser tan eficaces...y cómo surgieron. Se trata de un viaje único que se aventura en la lejanía hasta las Barbados y Borneo y explora en las cercanía el patio trasero de mi propia casa. (No es preciso viajar a destinos remotos ni contemplar especies exóticas para ser testigo de la inteligencia de las aves. Puede apreciarse por doquier: en los comederos para pájaros, en los parques locales, en las calles de la ciudad y en los cielos campestres). Este libro es también un viaje al cerebro [24] de las aves, hasta las células y las moléculas que conducen su pensamiento y, en ocasiones, al nuestro.
-[24] Descubrirá que miembros de las familias de los córvidos y los loros, de una inteligencia suprema, aparecen de manera reiterada a lo largo de estas páginas, como también lo hacen el gorrión y el pinzón, la paloma y el carbonero. Me interesan tanto los individuos más corrientes como los Einstein del mundo pajaril. Podría haber elegido a otras especies como protagonistas, pero elegí estás por una sencilla razón: relatan historias magníficas, historias que alumbran lo que podría acontecer en la mente de un pájaro cuando resuelve los problemas que lo circundan y que quizá también nos aporten una cierta perspectiva de lo que sucede en nuestra propia mente. Todas estas aves expanden nuestra idea de lo que significa ser inteligente.
-[20] En este libro, el ingenio se define como el don de saber lo que haces, de "arraigar"en tu entorno, de extraer un sentido a la realidad y hallar un modo de resolver problemas.
-[24] El último capítulo analiza la astucia adaptativa de determinadas aves. Apenas unas cuantas de ellas poseen esta genialidad. Los cambios en el entorno, especialmente los provocados por el ser humano, obstaculizan las vidas de muchas de ellas y perturban sus aplicados métodos de aprendizaje.
-[25] Albergo la esperanza de que, cuando acabe de leer estas páginas, el lector contemple con otros ojos al carbonero y al cuervo, al cenzontle y al gorrión, de que los conciba más como los inteligentes compañeros de viaje que son, seres emprendedores, ingeniosos, astutos, juguetones y perspicaces que se cantan entre sí con "acento", que adoptan complejas decisiones de navegación sin pedir indicaciones, que recuerdan dónde depositaron sus reservas de alimentos sirviéndose de puntos de referencia y de la geometría, que roban dinero y comida, y que entienden el estado mental de otros individuos.
-[39] No obstante, en el origen del hombre, Darwin exponía que la diferencia entre la capacidad mental de los animales y los seres humanos era un tema exclusivo de grado, no de clase.
-[35] Existe menos consenso en torno a qué forma adopta la cognición en la mente de un ave. Algunos científicos sugieren que las aves poseen distintos tipos de cognición-espacial, social, técnica y vocal-, los cuales no están necesariamente entrelazadas. Un ave puede ser inteligente espacialmente y, en cambio, no estar dotada para resolver problemas sociales.
-[57] El tejido cerebral es pesado y metabólicamente exigente, el más exigente de todo el organismo, sólo por detrás del corazón. Las neuronas pueden ser pequeñas, pero cuesta mucho fabricarlas y mantenerlas y consumen unas diez veces más energía que otras células en relación con su tamaño.
-[58] La mayoría de los huesos de las aves son huecos y presentan paredes delgadas, si bien ello no es óbice para que sean también asombrosamente rígidos y resistentes. El paradójico resultado en ocasiones aturde el pensamiento: el esqueleto de una fragata con una envergadura de alas de dos metros pesa menos que sus alas.
-[50] La proporción del tamaño del cerebro con relación al tamaño del cuerpo, denominada "encefalización", parece desempeñar algún papel en el marco general, aunque sigue siendo objeto de debate en qué medida la encefalización se correlaciona con la inteligencia.
-[59] Los genomas condensados de las aves también podrían ser una adaptación al vuelo impulsado. Los pájaros tienen los genomas más pequeños de todos los amniotas, el grupo de animales, incluido reptiles y mamíferos, que depositan sus huevos en tierra.
-[62] Un grupo de dinosaurios con plumas común en aquella época, los parques ( que incluían a los famosos velociraptors de Parque Jurásico), exploraba modalidades de vuelo, como deslizarse, lanzarse en caída libre y saltar entre los árboles; algunos probaron un vuelo impulsado...y así nacieron las aves.
-[63] ¿Cómo retiene un animal un cerebro grande mientras el resto de su cuerpo encoge? Las aves lograron hacerlo igual que nosotros: conservando una cabeza y un rostro infantiles. Se trata de un proceso evolutivo llamado pedomorfosis (literalmente, "formación infantil"), mediante el cual un animal evoluciona de tal modo que tiene rasgos infantiles incluso después de madurar.
-[64] De adultos, compartimos la gran cabeza, el rostro plano, la mandíbula pequeña y el vello irregular de las crías de los primates. La pedomorfosis podría habernos permitido desarrollar cerebros más grandes, tal como sucedió en el caso de los pájaros.
-[71] No nacemos con todas las células cerebrales que tendremos a lo largo de la vida, como la ciencia había supuesto durante largo tiempo. También en el hipocampo de los humanos mueren células cerebrales y nacen otras nuevas.
-[82] Los cuervos americanos viajan con sus herramientas, lo cual sugiere que las valoran; saben si una herramienta es útil con sólo verla y la conservan para reutilizarla.
-[82] Las aves son inteligentes porque tienen que resolver problemas en su entorno, en concreto problemas relacionados con obtener alimento de lugares de difícil acceso. Se denomina hipótesis de la inteligencia técnica. Los desafíos ecológicos han proporcionado un estímulo evolutivo a la inteligencia de las aves.
-[85] Los cuervos de Nueva Caledonia como las ratas y los seres humanos, son eurífagos y se alimentan parcialmente de plantas y animales diversos.
-[94] Es más, en opinión de Hunt, existen pruebas de que los cuervos americanos han introducido mejoras incrementales en sus diseños de herramientas en el transcurso del tiempo, lo cual los convertiría en la única especie no primate conocida hasta la fecha que da muestras de un "cambio tecnológico acumulativo".
-[96]Un cordillera recorre el centro de la isla como una espina dorsal; las laderas orientales son de un verde parcheado y están revestidas de selva primigenia. En la penumbra bajo el dosel que forman las copas de los árboles habita el fantasmal Kagú, un ave que podría ser una especie relicta de los días de Gondwana.
-[97] En las islas suceden cosas extrañas. El gigantismo no es ninguna rareza, como tampoco lo son el enanismo, los experimentos estridentes o las anomalías de toda índole. En la isla de Borneo avisté a un monarca colilargo asiático macho, un ave no más grande que un petirrojo, pero con un par de plumas centrales insólitamente largas colgando de la cola y que a modo de serpentinas opalescentes de treinta centímetros de longitud, formaban ondas entre el vívido verde de la selva como si de la estela de un cometa se tratara.
-[101] La isla también contribuye permitiéndole invertir largas horas de su vida juvenil en perfeccionar sus habilidades, avanzando gradualmente de aprendiz torpe a reparador amateur y, finalmente,a experto fabricante de herramientas, sin interrupción, por ejemplo, a causa de la muerte.
-[103] Los cuervos americanos sujetan sus herramientas en uno u otro lado del pico para poder ver la punta y su objetivo con el ojo que prefieran.
-[115] De acuerdo con la zoóloga Millicent Ficken, sólo las aves inteligentes son capaces de realizar actividades de juego complejas. Y a través del juego, descubren y experimentan la relación entre sus propias acciones y el mundo exterior. En otras palabras, el juego no sólo requiere inteligencia, sino que la nutre.
-[117] A los Keas les encanta, además, hacer payasadas. Para invitar a jugar a otro pájaro, inclinan la cabeza y se le acercan caminando de lado con las patas tiesas. Los compañeros de juego se rehúyen y se baten en duelo con sus picos, agachándose para esquivarse, arremetiendo y volviendo a escabullirse.
-[123] Cada bosque tiene su personalidad, sus propios rumores, susurrados y sus propios olores. Los bosques montañosos de Nueva Caledonia contiene ecos de plantas y aves primigenias.
-[134] (…) o a John Marzluff, quien explica cómo, cuando atraviesa el campus de la Universidad de Washington, los cuervos americanos lo detectan entre miles de personas, pues lo identifican con alguien peligroso que los ha atrapado y marcado.
-[135] Me gustan las urracas, tan atrevidas, beligerantes y burlonas. Las bandadas de urracas o arrendajos azules (yanocitta cistata) de mi zona son conocidas por sus lazos familiares y sus complejos sistemas sociales, así como por su afilada inteligencia y por su afición a las bellotas. Tienen una forma especial de irrumpir en escena, graznándose, bromeando, burlándose las unas de las otras, retándose y "ladrando como terriers azules" (…)
-[141] Este tipo de aprendizaje social (copia a otras aves del entorno local), explican los investigadores, podría ser un modo rápido y barato de adquirir nuevos comportamientos prácticos sin necesidad de acometer un aprendizaje mediante ensayo y error que podría entrañar riesgos.
-[145] Los drongos ahorquillados son más zafios en su manera de vivir de gorra. Sumamente inteligentes y expertos imitadores, emiten falsas llamadas de alarma de los turdoides [146] y otras especies, las cuales hacen a los turdoides abandonar sus gusanos de harinas y huir en busca de refugio.
-[149] Al parecer, en el caso de las aves, es la calidad de las relaciones y no la cantidad lo que amplía su capacidad cerebral. El desafío mental no reside en recordar las características individuales de centenares de individuos de grandes bandadas o gallineros ni en tener un gran número de relaciones esporádicas. La tarea verdaderamente exigente, al menos desde el punto de vista psicológico y cognitivo, estriba en entablar alianzas estrechas, sobretodo en forjar vínculos con una pareja y proporcionar cuidados parentales a largo plazo a las crías.
-[149] Todos conocemos los desafíos: consultar, deliberar, coordinarse, llegar a acuerdos y toda la suerte de factores que una pareja debe contemplar para planificar el día.
-[151] (…) los periquitos comunes criados en tales condiciones probablemente quedan marcados por los humanos y podrían empezar a cortejarlos, escriben.
-[152] De acuerdo con Godson, los circuitos de los cerebros de las aves que controlan el comportamiento social se parecen mucho a los del cerebro humano.
-[159] De acuerdo con un ornitólogo. Uno de los trucos predilectos de la chara es robarle a un gato su comida dándole un fuerte picotazo en la cola y, cuando "el gato se gira para tomar represalias, salta sobre el botín y se larga corriendo entre chillidos de regocijo".
-[160] La interacción entre las aves acaparadoras y las saqueadoras en la comunidad de charas californianas parece haber gobernado la evolución de un comportamiento asombrosamente inteligente; el engaño táctico, tanto por parte de las acaparadoras (para proteger sus escondrijos) como de las saqueadoras (para superar en ingenio a los ejemplares que ocultan sus provisiones y a otros ladrones de la competencia y poder acceder a las provisiones).
-[169] Yo también lo sospecho. Seguramente la pena no sea algo exclusivamente humano, como tampoco lo son el amor, el engaño o intuir lo que pareja le puede apetecer para la cena.
-[171] De haberse hallado usted a los pies de la escalinata de la Casa Blanca en una tarde típica en algún momento entre 1804 y 1805, tal vez habría visto a un alegre pajarillo con un plumaje gris perlado ascendiendo las escaleras tras Thomas Jefferson, saltito a saltito, cuando el presidente se retiraba a sus aposentos para echarse una siesta. Era Dick.
-[172] (…) Un día de otoño hace poco, un grupo de ciento ochenta especialistas se reunieron para intercambiar impresiones acerca de los nuevos estudios de investigación, así como sobre la habilidad de Dick y su paralelismo con el aprendizaje del lenguaje en los humanos. Esta habilidad consiste en la capacidad de imitar sonidos, de recopilar información acústica y utilizarla para la propia producción vocal, un prerrequisito esencial para el lenguaje.
-[176] Todas las aves vocalizan. Ululan, canturrean al estilo tirolés, alternando sonidos agudos con otros graves, graznan, gimen, chasquean, cotorrean, sisean y cantan como los ángeles. Utilizan reclamos para advertir de la presencia de depredadores y para identificar a sus familiares, amigos y enemigos. Cantan para defender su territorio, para delimitarlo o vallarla y para cortejar a una pareja.
-[177] Se trata de un instrumento exclusivo llamado siringe, en honor a la ninfa a la que Pan, el dios de los campos, los rebaños y la fertilidad, transformó en junco. Los científicos invirtieron largo tiempo en averiguar los detalles de este órgano porque la siringe está enterrada en las profundidades del pecho del ave, donde la tráquea se bifurca para enviar aire a los bronquios.
-[180] Las aves lira son conocidas por ser expertas ladronas de sonidos. Tal como indicó un naturalista, la experiencia de caminar por el bosque australiano y de repente topar con "un [181] ave parda parecida a un ave de caza que puede ladrarte como un perro" es sumamente desconcertante.
-[181] Algunas aves tienen un don especial para imitar el habla humana. El loro gris africano es una de tales especies, junto con el miná común y la cacatúa. Estas pocas especies suelen considerarse los cicerones y los churchills del reino de las aves.
-[183] El ornitólogo del museo especulaba con que las aves salvajes hubieran aprendido de cacatúas y otros loros que habían estado domesticados en algún momento y luego habían escapado y habían sobrevivido lo suficiente como para unirse a una bandada y compartir las palabras que habían aprendido en cautividad; en caso de ser cierta esta teoría, estaríamos ante un magnífico ejemplo de transmisión cultural.
-[198] En primavera, un cenzontle macho inmerso en una proeza musical busca un lugar de percheo cada vez más elevado, hasta acabar por fin posado en la rama superior del árbol más alto y, en palabras de Thoreau, suelta "sus galimatías, sus interpretaciones a lo aprendiz de Paganini".
-[200] La interpretación a lo Paganini del cenzontle, con el pecho inflado, es una invitación enfática, descarada: "eh, guapa, mírame, aquí estoy yo".
-[201] Muchos pájaros cantores tienen dialectos regionales con "acentos" tan diferenciados como el de un andaluz o un gallego.
-[208] Queda por determinar si las hembras de los pájaros cantores emplean los trinos de los machos como indicadores de inteligencia general. Pero una cosa parece clara: a lo largo del tiempo evolutivo, las hembras han moldeado las complejas, precisas y extravagantemente bellas tonadas de su especie, así como los elaborados circuitos cerebrales necesarios para generarlas.
-[211] Agáchese tras las raíces tubulares de un quandong azul y observe a través de la urdimbre de las ramas. En un punto moteado por el sol, en el suelo del bosque tropical, hay un pájaro del doble del tamaño de una paloma, pero con el dorso negro azulado brillante y un ojo morado resplandeciente. Tras él hay un elegante vestíbulo arquitectónico de unos veinticinco centímetros de altura elaborado con ramitas, integrado por dos muros arqueados paralelos hechos de palitos rectos, como si de un tipi de juguete construido pro un niño se tratara.
-[212] A continuación se dedica a recoger tesoros. No vale cualquier objeto. Este pájaro está obsesionado con el azul: plumas de color aciano de la cola de un loro, flores de lobelia de color lavada, frutos azules brillantes del árbol quandong, petunias moradas y espuelas de caballero azules robadas de una vivienda cercana, junto con trocitos de vidrio o cerámica de color cobalto, cintas de pelo de color azul marino, pedacitos de toldo de color turquesa, billetes de autobús azules, cañitas, juguetes, bolígrafos, el globo ocular y su gran premio, un chupete azul celeste robado a su vecino.
-[252] En el punto álgido de la Segunda Guerra Mundial, el Servicio de Palomas de Estados Unidos poseía unas cincuenta y cuatro mil ejemplares. "Las criamos por su inteligencia y aguante - explicaba un criador-. Lo que queremos es un ave que regrese, una que no se aturulle, un pájaro lo bastante inteligente como para ser autosuficiente. De vez en cuando nos llega alguna boba, claro está. Es fácil detectarlas. Ni siquiera saben regresar al palomar o se limitan a sentarse en una esquina enfurruñadas".
-[302] Para invadir un lugar nuevo, hay que sentir una cierta atracción por la novedad.
-[303] Los científicos atribuyeron la mejor actuación de las bandadas a las probabilidades de incluir que con habilidades, experiencias y temperamentos diversos: "los grupos grandes progresan porque es más probable que contengan una gama diversa de individuos-escribe el equipo-, algunos de los cuales tienen gran capacidad para resolver problemas".
-[312] Dicho de otro modo: los comportamientos innovadores fomentan nuevos rasgos, que generan la aparición de nuevas especies. A lo largo del tiempo evolutivo, por ende, las aves oportunistas capaces de cambiar con facilidad una fuente de alimento por otra o de utilizar una nueva técnica para buscar comida han dado lugar a más especies que las aves menos adaptables.
-[318] La humanidad está llevando a la extinción aproximadamente a la mitad de la fauna, incluida una década cuatro especies de aves. Y parece que, principalmente, a quienes estamos expulsando es a los pájaros especializados, a los linajes de cerebro pequeño, particulares y antiguos.
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