Los Gatos Guerreros: La Nueva Profecía. Aurora - Erin Hunter 

Sinopsis

La peligrosa travesía ha comenzando para los cuatro clanes, y el sacrificio de muchos no ha de ser en vano, pues la supervivencia de los gatos depende de ello y de la guía del clan estelar. Hojarasca encuentra su turno mucho más pesado ahora que la incertidumbre, el hambre y las inquinas entre los gatos arrecian sobre ellos ante el silencio de sus antepasados, ahora depende de la joven gata y de los elegidos tomar sus propios caminos.

Crítica 

Esta entrega de los gatos guerreros va en la misma línea que sus predecesores, centrándose en las decisiones que los miembros de cada clan han de tomar para beneficio de la comunidad de viajeros, sobre quienes pesan las decisiones tomadas, y los compañeros que han dejado atrás o han muerto debido a la peligrosa travesía en busca de un lugar donde los dos patas no los acechen.

Aurora nos muestra la batalla que se avecina cuando los viejos rencores hacen mella en el corazón de Alcotán, quien espera su turno para ocupar el puesto de su padre y volver a reinar dentro de los clanes, mientras que para Hojarasca es un paso más para lograr desenmarañar lo que depara el clan estelar y sus nuevos y extraños aliados.

Las autoras de nuevo nos traen una serie de aventuras e intríngulis en la vida de los gatos, siguiendo una vez más un hilo fino que va tejiendo lentamente y subrepticiamente para dar color a una trama que cada vez se vuelve más compleja y finita a cada paso que dan las patas de sus gatos.

 

 Apartes 

- Hojarasca miró hacia el cielo, surcado por las ramas sin hojas. La lluvia salpicó el rostro, y parpádeo para librarse de las gotas que se le habían pegado a las pestañas. Era como si el Clan Estelar llorara al ver cómo sus clanes abandonaban su bosque. Desolada, Hojarasca se preguntó si sus antepasados viajarían con ellos, o si aquélla sería una despedida definitiva. (Pág. 224) 

- Mientras el solitario negro descendía la ladera, a Hojarasca se le encogió el corazón pensando en lo que estaría sintiendo su padre. Dejaba atrás a sus dos mejores y más viejos amigos...sin saber siquiera si uno de ellos seguía vivo. Vio cómo Tormenta de Arena restregaba su mejilla contra la de Estrella de Fuego, como recordándole que no estaba solo. (Pág. 274) 

- Hojarasca abrió los ojos y se quedó sin aliento. En el extremo más alejado de la cima, el suelo descendía abruptamente, alejándose hacia una amplia y lisa extensión de agua. Todas las estrellas del Manto Plateado se reflejaban en el lago, resplandeciendo como la plata en el oscuro firmamento, como si estuvieran nadando en el cielo nocturno. (Pág. 348)