Los Gatos Guerreros. La Nueva Profecía: Medianoche - Erin Hunter

Los Gatos Guerreros. La Nueva Profecía: Medianoche - Erin Hunter

Sinopsis

Una nueva profecía se acerca. Zarzoso un guerrero del Clan del Trueno ha tenido un sueño con el Clan Estelar. Un cambio terrible se acerca al bosque de los gatos y las alteraciones se sienten en el aire y la tierra. Los Dos Patas andan en el terreno de los clanes y los gatos dudan en su actuar, solo la unión entre Zarzoso, Corvino, Plumosa y Trigueña podrá significar un cambio.


Crítica 

La serie de libros de los Gatos Guerreros se viene publicando en la Editorial Salamandra en su sección de narrativa joven, y han sido un éxito en ventas durante varios periodos e incluso no es raro encontrar algún libro de la saga dentro de los primeros números; sin embargo para estas ediciones al español la editorial ha sido lo bastante sobria como para dejar de lado los detalles, y es que es una lastima que tengamos que contar con un listado de los gatos con un breve resumen, y no con su ilustración, más si tenemos en cuenta que el público objetivo de estos libros son los más pequeños. Un desacierto que por cierto puede llegar a costar.


Ahora centrándonos en el libro de Medianoche, se puede apreciar un segundo detalle y es que a pesar de que dice que es para menores de 8 años, la recomendación es esperar un poco más, pues los libros tienen un contenido que puede ser de difícil lectura para los chicos(as), recordemos su falta de ilustración, así como también ciertos elementos propios del libro como el lenguaje y algunas escenas donde los sentimientos y la perdida de algunos gatos suelen ser bastantes cargantes tanto emocional como psicológicamente.


La forma narrativa de la Nueva Profecía es mucho más desgarradora a sus anteriores entregas, y es que Erin Hunter sumerge a los lectores en una situación de caos y desarraigo, donde los clanes tienen que unir las garras para poder subsistir, y para quien no haya leído anteriormente ningún libro de la autora se le va a hacer un poco difícil hacerse con el lenguaje de la serie, pues este primer tomo carece de un diccionario del lenguaje como “paso atronador” o “dos patas”, y para quienes leen a las carrerillas pueden pasar estos datos por alto y luego caer en la cuenta lo importante del lenguaje.


La construcción de los personajes cada uno con sus características propias es la delicia del lector, porque puedes hallar entre sus personajes a alguien con quien identificarse, desde Zarzoso un líder en construcción hasta la amable Plumosa, y la quisquillosa Esquirolina, cada uno de los gatos tiene su propia personalidad que hacen de cada uno un ser de letras único y con aristas bastante particulares, permitiendo así presenciar unos giros inesperados, y unos diálogos que pueden sacarte una carcajada o producirte cierta antipatía por algunos de los miembros del clan.


Esta segunda saga de los Gatos Guerreros nos trae nuevos personajes y problemas más profundos que la guerra entre clanes. Ahora las fronteras se borraran o persistirán dentro de las arraigadas costumbres de los gatos, quienes en esta entrega se ven abocados a nuevas problemáticas que amenazan su hogar.

 

 

Apartes 

- La visión de Estrella Azul estaba difuminándose, aunque su siniestro mensaje seguía resonando en sus oídos. ¿Podía ser cierto que hubiera una nueva profecía del Clan Estelar? Parecía muy improbable. Para empezar, Zarzoso no podía imaginarse por qué, de entre todos los gatos del Clan del Trueno, Estrella Azul escogería comunicársela a él.(Pág. 29) 

- -¡Zarzoso, chiflada bola de pelo!-exclamó el lugarteniente -.¿A qué viene tanto alboroto? Has espantado a todas las presas desde aquí hasta los Cuatro Árboles. 

-Lo siento.- Zarzoso se incorporó y comenzó a quitarse restos de musgo del oscuro pelaje -.Solo estaba soñando.

-¡Soñando!- rezongo otra voz. 

Al darse la vuelta, Zarzoso vio que el guerrero Nimbo Blanco se levantaba de un lecho musgoso para desperezarse largamente. -En serio, eres igualito a Estrella de Fuego- continuó Nimbo Blanco -.Cuando dormía aquí, siempre estaba mascullando y revolviéndose en sueños. Te lo juro por todas las presas del bosque: no había quien descansara en paz. (Págs. 28-29) 

- Mientras Zarzoso lo observaba, al lugarteniente se le unieron la curandera Carbonilla y su aprendiza Hojarasca, que era hermana de Esquirolina, aunque no se le parecía en nada. Hojarasca era más menudo y delicada, de pelaje atigrado claro, con el pecho y las patas de color blanco. Las hermanas tampoco se parecían en carácter. Cuando Hojarasca se sentó a escuchar, ladeando la cabeza, lo que decían su mentora y el lugarteniente, Zarzoso se preguntó (no por primera vez) cómo podía ser tan callada y atenta cuando Esquirolina no dejaba de hablar jamás. (Pág. 37) 

- Zarzoso se encaminó a la guarida de los veteranos, que era una extensión de hierba protegida por un árbol caído. El árbol era una carcasa chamuscada. Zarzoso todavía podía notar el olor acre del incendio que había barrido el campamento hacía más de cuatro estaciones, cuando él no era más que un cachorrito. Pero la hierba había vuelto a crecer alrededor del tronco, densa y lozana, formando un cómodo hogar para los veteranos, los gatos que ya habían cumplido con su servicio al clan. (Pág. 51) 


  

 

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