Desapareció una noche - Dennis Lehane

 

Amanda McCready ha desaparecido de su hogar y con solo cuatro años nadie cree que logre sobrevivir por si sola en la ruda ciudad de Boston, con una madre drogadicta y alcohólica que no parece darle mucha importancia a su paradero, su futuro es incierto;  salvo por sus preocupados tíos y un par de detectives Angela Genaro y Patrick Kenzie, son quizás la única esperanza que tiene para regresar a su vida cotidiana.Esta es la trama principal del libro, que también tiene una película dirigida por Ben Affleck y por eso quizás te suene, pues el filme fue muy fiel a la historia original.

Punto a parte y entrando en los gajes del oficio, el  libro  comienza con una introducción algo peculiar, pues hace que el lector se pierda por un momento debido a una  introducción donde se intenta dar una perspectiva panorámica de los eventos, por ello el relato comienza con la historia de una mujer misteriosa en un pueblo de pescadores, para luego dar paso a la historia de la desaparición de Amanda, algo que me ha molestado porque interrumpe mucho el ritmo de la historia, pero que con el pasar de las páginas entiendes un poco esos saltos en el tiempo que quizás sea una excusa para que el autor saque tal vez una secuela de esta obra. 

Siendo la primera narrativa de Dennis Lehane que he tenido la oportunidad de leer, he encontrado que es un escritor al cual  le inspira los ambientes urbanos, en especial en aquellos sitios deprimidos y poco conocidos de las grandes ciudades, en los que malviven algunos inmigrantes luchando día a día por sobrevivir en medio de las dificultades del diario vivir; además de esto, destaca su humor negro y el gran tacto con el que logra plasmar la esencia misma del ser humano.


En esta cuarta entrega de la saga de Genaro y Kenzie, porque no es la primera, el escritor pone al lector a reflexionar en las veces que hemos tratado de hacer lo correcto, pero en donde también podemos hacer un daño irreparable, pues ¿Quién quiere devolver a una niña a una madre claramente mala? y ¿Si está mejor así desaparecida?, es este el meollo del asunto hasta que te pones a pensar en que quizás Amanda está en manos de algún pervertido, y el mundo es un sitio cruel en donde es más común caer en su lado mal intencionado,  es esto por lo ambos detectives se desviven por encontrarla envolviéndose en un embrollo de policías corruptos, mafia y bajos fondos que saca a relucir algunos instintos de los que nuestra sociedad no esta muy orgullosa, en especial la estadounidense.

Finalmente y para acabar esta opinión, es un libro bastante dinámico que logra tenerte siempre en suspenso a la espera de lo que ocurrirá después, lleno de personajes realmente bien estructurados y giros inesperados en la historia que te dejarán con la boca abierta.





Apartes

  • El silencio de los muertos dice: << Adiós>>
    El silencio de los desaparecidos reclama: << Encuéntrame>> Página 41

  • La muerte es precisamente lo que hay detrás de nosotros. La muerte es la cocina roñosa de David el pequeñajo y Kimmie. La muerte es la sangre negra y los gatos desleales que se alimentan de cualquier cosa. Página 158

  •  Siempre he pensado que el hecho de que podamos escoger es lo único que nos diferencia de los animales. Un mono es incapaz de decidir si quiere controlar su apetito. El hombre sí puede. Mi padre, en determinados momentos horribles, era un animal. Yo me niego a serlo. Página 195

  • El mundo era frío como el cemento y a menudo doloroso. El mundo estaba lleno de monstruos que alguna vez habían sido bebés, que habían empezado siendo cigotos en el útero, que habían surgido de una mujer gracias al único milagro que nos queda del siglo XX, pero que nacían enfadados o raros o destinados a serlo ¿Cuántos amantes habrían estado entre sábanas parecidas, camas parecidas y habrían sentido lo mismo que ahora sentíamos nosotros?¿Cuántos monstruos habían creado?¿Y cuántas víctimas? Página 241

  • Confío en mí mismo. Me considero responsable de mis actos, pero no confío en la sociedad. Página 410

  •  Soy detective privado porque... no lo sé, quizá porque soy adicto al suspense. O quizá porque me gusta ir más allá de lo aparente. Pero eso no hace que sea un buen tipo. Sencillamente me convierte en un hombre que odia a la gente que esconde cosas y aparenta lo que no es. Página 411

  • - Esto es América- concluyó Ryerson-, donde todos los adultos tienen el derecho total e inalienable de devorar sus crías. Página 488



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