En nuestros corazones éramos gigantes- Yehuda Koren y Eilat Negev
En nuestros corazones éramos gigantes | Yehuda Koren & Eilat Negev
Sinopsis
"Es una historia real que raya en la ficción por las increíbles anécdotas de La troupe de Lilliput, desde sus espectáculos maravillosos hasta los tortuosos experimentos genéticos que practicaba el Dr. Mendele en esta familia."
Este gran relato de la familia Ovitz compuesta por 7 enanos de 10 miembros, cuenta cómo fueron testigos de lo mejor y a su vez lo peor de la humanidad y de la terrible ironía del destino: ser enanos fue lo que hizo que sobrevivieran al holocausto. Antes de la segunda guerra eran simplemente una familia exitosa de artistas intérpretes populares en Europa Central, hasta que los Nazis los deportaron a Auschwitz en 1944.
Gracias a su enanismo se convirtieron en objetos de estudio del Dr. Mengele y, aunque estuvieron expuestos a los más atroces experimentos, a su vez esto les permitió salvar sus vidas. Como Dice Perla en su relato: “Me salvó el diablo y que Dios se haga cargo de él”. La maravillosa historia de los enanos de Auschwitz, mejor conocidos como La troupe de Lilliput está contada en una narración literaria perfectamente equilibrada con datos históricos y una entrevista a la menor de las enanas, Perla, quien murió en 2001 no sin antes dejar este brillante testimonio que mezcla las emociones a la perfección y el lector puede sentir que está sentado a su lado escuchando esta increíble historia de éxito y supervivencia de estos enanos.
Crítica
En las estanterías de bibliotecas en todo el mundo siempre encontraras varios libros sobre la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de ellos enfocados en un aspecto propio, puede ser el económico, político, social, una región, un personaje, un objeto, pero pocos nos hablan sobre aquellos que pueden ser invisibles ante una hecatombe tan cruenta como lo fueron los campos de exterminio nazi.
En la historiografía la falta de investigaciones serias sobre el tema, atrae la mirada del público que ansía leer este tipo de historias, más si nos viene traducidas al español, y es que hay que recordar a los lectores que el público latinoamericano se le ha relegado en muchas ocasiones a un escalafón meramente consumidor de librillos de lectura rápida cuando no de novelas trending y pasajeras, y puede ser, pero más allá de las estadísticas, también se encuentra un público formado que espera con ansias este tipo de historias como un comensal un buen plato de comida.
La historia de los Ovitz, una familia de enanos y judíos - no olvidemos este dato- puede pasar por un hecho anecdótico, y un testimonio que puede dar para un buen artículo que llame la atención en una revista, pero se transforma en una excusa para darnos a conocer la historia de una población que ha sido pasada por alto a la hora de investigar fuertemente como los enanos, los gigantes y aquellas personas con malformaciones fuerona afectadas por el conflicto armado.
El recorrido magistral que nos hacen Yehuda Koren y Eliat Negev nos demuestra las capacidades de ambos de transformar una historia anecdótica a una mina de información para próximos investigadores, y es que a través de una narrativa amena - algo díficil de encontrar hoy en día- logra contruir la historia de los Ovitz desde una perspectiva que atrapa el lector desde el primer momento al reconstruir por medio de una herramienta tan fundamental para los periodistas como es la entravista, la vida de los enanos y otras personas consideradas fenómenos durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes de avanzar un poco más en la crítica, me gustaría detenerme en el detalle anteriormente mencionado. La entrevista como herramienta base para la obtención de información ha sido bastante usada desde Heródoto hasta nuestros tiempos, esta forma de charla sencilla entre personas nos ha permitido conservar la memoria oral de pueblos enteros, y en este caso la historia de aquellas personas que lograron sobrevivir a un infierno que se remonta incluso desde tiempos de las grandes monarquías.
El primer capítulo se detiene en la historia de aquellas personas que son definidas como rarezas humanas o cuya condición sea calificada como especial o fuera de los cánones de la época. Desde la monarquía española de los Habsburgo hasta llegar a principios del siglo XX, Koren y Negev nos ilustran con pequeños vistazos de la vida de aquellos ilustres personajes que destacaban en el mundo por sus rarezas y nos muestran el tipo de vida que les deparaba el destino.
Aunque para algunos la lectura de este primer capítulo puede ser bastante aburrida o larga, por no estar centrada directamente en la historia de los Ovitz es un elemento bastante ilustrativo para quienes gustan de saber la causa que llevó a médicos de todo el mundo a desarrollar aquella extraña, aunque no extinta, idea de la eugenesia.
Los otros capítulos se centran más en el drama familiar desde su llegada a Auschwitz hasta su liberación final y el traslado a Israel, en esas páginas vamos a notar algo que es propio del periodismo, y es la contrastación entre los testimonios algo bastante raro entre los libros que normalmente recopilan los testimonios de los sobrevivientes, y que aporta cierto frescor en la lectura, por ejemplo en lo concerniente a la actuación de los enanos en las reuniones de las SS.
Ahora en el caso de Mengele, es bastante audaz la forma en cómo reconstruyen al personaje, pues si bien se ha hablado bastante de su obra, los autores logran reconstruir a tan siniestro personaje desde lo que vieron y padecieron sus experimentos, doctores prisioneros, los mismos pacientes e incluso alguno u otra obra sobre este sujeto convirtiendo la busqueda en dar un perfil más allá del médico eficiente y lugubre, en una persona de carne y hueso, además de trastrear sus inicios, sus mentores y líneas de trabajo, algo bastante llamativo, y a quien le interese desarrollar una investigación histórica sobre el tema ambos autores dejan la puerta abierta.
Otro punto a recalcar, antes de dar cierre a esta crítica realizada a vuelo de pájaro es la preciosa bibliografía que nos regalan los autores y que se encuentra en la parte final del libro; si bien en ninguna página los lectores se encuentran con pies de página, se agradece que los autores hayan puesto el listado de fuentes usadas, pues dan una pista a los próximos investigadores de dónde pueden ir a meter las narices e investigar para ahondar más en el tema, y quizá -ojála suceda- nazcan nuevas obras que son tan importantes hoy en día.
El libro de "En nuestros corazones éramos gigantes" se puede calificar no solo como una obra curiosa, sino también como un elemento que vale la pena estudiar de manera conciensuda para mirar desde una perspectiva totalmente olvidada por los libros de historia de aquellas personas que también sufrieron a manos de los nazis, y lo más importante, no olvidarnos de ellos, ni de sus historias.
Apartes
- (13) Dos agujeros, uno encima del otro, atrapan la vista. El más bajo está a unos ochenta centímetros del suelo. Hasta hace no mucho, Perla Ovitz se habría arrastrado para dar un vistazoy habría intentado adivinar, por la apariencia de los pantalones o del vestido, si quien estaba afuera era un amigo o un enemigo. Ahora, confinada en su habitación, está muy débil como para hacer el viaje. Su vigorosa voz sale de un altoparlante en el corredor; exige una identificación. Sólo tras hacerlo suena otro timbre y puedes empujar la pesada puerta marrón. Parpadeas en el corredor oscuro. No sabes cómo seguir por temor a resbalarte o a golpearte contra algún mueble, o peor, pisar a tu anfitriona. Mide menos de un metro de altura y podrías aplastarla sin querer.
- (14) El pelo negro como la noche de esa dama sin edad ni tiempo, parecida a una muñeca, está peinado hacia atrás con cuidado y sujeto con un lazo de terciopelo al estilo de las antiguas estrellas de Hollywood. Siempre está arreglada teatralmente: mejillas con rubor, uñas con esmalte de color rojo intenso. La decora un par de pendientes, un collar y anillos. "Mientras respires debes tener tu mejor pinta. No quiero que la gente sienta lástima de mí", es su lema recurrente.
- (15) Han transcurrido cuarenta y cinco años desde que Perla Ovitz hizo su última venia, pero el escenario todavía la acompaña. En alguna época, cuando su familia todavía existía, ella amaba las luces: se bañaba incluso con ellas fuera del escenario, en casa. Ahora, atrapada sola en este apartamento inmenso, busca la economía y la seguridad de las lámparas tenues y de las medias sombras.
- (15) La suya es la verdadera historia de siete enanos, que en vez de tener una Blancanieves benévola tuvieron a una bestia. Si bien se puede leer como un cuento de hadas, también visita algunos de los rincones más oscuros del infierno que cualquier ser humano haya experimentado a lo largo de los tiempos.
- (17) En esa adormilada aldea rumana la antigua leyenda ha pasado de generación en generación. Cada agosto, los cerca de siete mil campesinos que viven allí celebran el festival de Roza Rozalina, y los niños interpretan la historia. En esa misma aldea, tan orgullosa de su legendaria matriarca gigante, un verdadero enano nació en 1866.
- (18) Los sabios de la Halachá, la antigua ley de los judíos, eran concientes de que las malformaciones humanas podían provocar burlas y desprecio. Así fue que Shimshon Eizik encontró consuelo en el imperativo halacháico que dice que si uno ve a un negro, a un indio o a un albino, a un gigante, a un hombre con la cara torcida o a un enano, debe decir: "Bendito sea Dios, quien altera al hombre". De esta manera la respuesta negativa a la deformidad era transformada en admiración hacia Dios y sus diversos poderes de creación. La manera tradicional en la que se recitaba la oración era durante el primer encuentro con la persona deforme, como una manera de sobreponerse a la repulsión inicial y así tratar al "alterado" como un igual.
- (19) Más aún, el folclore judío retrataba a menudo, al enanismo como un castigo por alguna mala acción o un pecado. En ocasiones también representaba el menor de dos males. En una antigua historia una pareja sin hijos frecuentaba el cementerio para pedirle a Dios por descendencia. Un día, en medio de sus peticiones y llantos, un ángel desciende de los cielos. "Dios ha escuchado sus oraciones y les ha concedido un deseo", le dice el ángel, "pero deben escoger: pueden tener un hijo que no crecerá más que un guisante o una hija alta y saludable que los dejará a la edad de trece para convertirse al cristianismo". La pareja no lo duda: "Que sea tan pequeño como un guisante".
-(20) Las comunidades judías mantenían una forma de vida antigua y tradicional que se resistían a lo moderno y a las modas liberales. No existía ningún trabajo oficial que la comunidad ofrecer, ni siquiera como profesor, pues se convertiría en objeto de burla de la clase. Aprovechaba su elocuencia y la atracción generada por esa apariencia que le permitía deslizarse con facilidad dentro del papel de badchan o de juerguista, una figura colorida y prácticamente indispensable en las bodas y los festivales o en las ocasiones qu e le dan a esta dura vida sus momentos más felices. De hecho, la vida se detenía cuando la comunidad celebraba matrimonios, que a menudo eran generosos como carnavales, y que creaban la rara oportunidad para que la gente se relajara de una manera aceptable.
- (22) Shimshon Eizik Ovitz era un bufón honesto. Divertía a su audiencia con juegos de palabras y cancioncillas extraídas de las frases familiares del pensamiento talmúdico. Medía el ánimo de los invitados al matrimonio y le decía a la orquesta qué tonadas debía interpretar. Bañaba a las abuelas de las novias con frases ingeniosas mientras estas giraban danzando los bailes tradicionales.
- (22) La sociedad judía de Europa del este de finales del siglo XIX, con su rigurosidad moral, permitía el entretenimiento solo durante ciertos días feriados y festivales; el teatro era prohibido por indecentes. los badchans errantes fueron, en esencia, los actores pioneros del mundo judío, los fundadores del teatro Yidis. Gozaban de una gran popularidad, pues suministraban una necesidad humana básica: la liberación. Años después, cuando la ortodoxia judía perdió su control, los hijos de Ovitz siguieron sus pasos y establecieron su propia compañía de vodevil que llevaría el entretenimiento que se ofrecía primero en las ceremonias religiosas a las tablas de las salas de teatro, todo en beneficio de la diversión pura.
- (23) Como entretenedor, Ovitz impresionaba de tal manera a las audiencias, con su sabiduría talmúdica, que antes y después de la boda la gente se le acercaba con diversos dilemas religiosos y personales. Muchos de las comunidades judías de la región eran tan pequeños que no podían drse el lujo de tener un rabino y el académico Ovitz llenaba ese vacío. Él se amoldaba dentro del papel rabínico y se vestía y actuaba como un sabio. En los cuentos de hadas los enanos tienen barbas largas, pero en la vida real la mayoría se rehúsa a tenerlas pues los hace ver aún más pequeños. Pero Ovitz se cuidaba la barba para parecer respetable.
- (23) Si bien tradicionalmente los gigantes son tenidos por estúpidos, solo cuerpo sin cerebro, los enanos, sin importar las opiniones encontradas de la Biblia y los rabinos eran considerados (Pág. 24) por el pueblo como grandes sabios con poderes mágicos como compensación divina por lo que se les había privado en pulgadas. Shimshon Eizik Ovitz se beneficiaba de esta creencia popular. Muy rápido se hizo famoso por sus poderes espirituales yla gente llegaba en manadas donde quiera que él fuese.
- (25) ¿Qué persuadió a dos amorosos padres de entregar a su bella y saludable hija de dieciocho años a un viudo lisiado, que no solo le doblaba la edad, sino que tenía dos hijas enanas? La reputación de Shimshon Eizik Ovitz de curandero próspero y superhombre espiritual debe haber trabajado en su favor. Para atajar el chisme anticipado acerca de la preferenca de Ovitz por una joven virgen, se le dijo a todo el mundo que la novia era una vieja solterona de veinticuatro. En cualquier caso, Shimshon esperaba que con este nuevo capítulo en su vida, su suerte hereditaria tal vez pudiera dar un giro. No fue así. El 26 de septiembre de 1903 nació Avram, un enano. En junio de 1905 nació una niña a quien llamaron Frieda en honor a la madre de Shimshon. También resultó ser una enana.
-(27) Más adelante, a Piroska Ovitz, su nombre en yidis "Perla", reflejaba su tamaño y belleza, le gustaba culpar a su madre por su gran boca. Durante la infancia de Perla era difícil decirs si se uniría o no a los otros tres hermanos que crecían normalmente. Cada síntoma fue analizado por varios frentes y las señales parecían indicar que escaparía de la fortuna de los otros seis enanos. Pero no fue así. Los rasgos genéticos de Shimshon Eizik una vez más comprobaron su dominancia, como ya lo habían hecho en siete de sus diez hijos; la familia enana registrada más grande del mundo.
- (27) En septiembre de 1923, Shimshon Eizik Ovitz atendió a una boda en una aldea distante. Apenas terminó la comida su temperatura corporal se elevó mucho y comenzó a sudar y a vomitar. Su asistente y cochero, Simon Slomowitz, lo llevó de prisa a casa. Ovitz se retorcía de dolor. El pescado que había comido era venenoso. Murió tras una semana de agonía, a las cuatro de la tarde del domingo 16 de septiembre. Tenía cincuenta y siete años.
-(28) Entonces como nuevo proveedor y cabeza de familia. Avram Ovitz se esmeró por mantener los contactos de su padre en las aladeas regadas por toda la región, con la ayuda del siempre leal Simon Slomowitz, quien había sido s cochero y asistente en los viajes. Con el tiempo comenzó a ganar confianza, compuso sus propias líneas ingeniosas y desarrolló un estilo propio de interpretación.
- (31) Influenciado por las bandas gitanas locales, los ahora famosos Klezmers, la palabra hebrea en yidis para decir "músicos", habían estado tocando tonadas populares, canciones para bailar y melodías jasídicas por toda Europa a lo largo de los siglos. Eran populares no solo dentro de las comunidades judías, sino también entre los dignatarios no judíos de los pueblos y la burguesía, quienes preferían a los klezmers judíos por encima de su contraparte gitana, pues la música gitana era considerada vulgar.
- (32) Tanto el bachan como el klezmer se ganaban la vida en bodas y disfrutaban de distintos grados de estima, pero la sociedd judía valoraba más las palabras que las melodías. El badchan adquiría un mayor respeto por su facilidad verbal y su conocimiento que el klezmer de clase baja, cuya joie de vivre estaba alineada con la inconstancia.
- (32) Los músicos de la mayoría de bandas de Klezmers no se unían por algún azar del destino, sino que continuaban con una tradición familiar, con el talento y las melodías que habían heredado de sus padres y de otros familiares. De esta manera fue que Rozika y Franziska comenzaron a tocar el violín; recibieron la música y su dominio de su tío y vecino Lazar. Sin embargo, para las familias piadosas era inconcebible oír que las mujeres viajaran solas, por lo que las dos hermanas violinistas acompañaban a su hermano Avram en sus idas a las bodas.
- (33) El 1 de diciembre de 1918-dos años antes del nacimiento de Perla- Rumania anexionó a Transilvania desde Hungría como parte de los tratados de paz de la Gran Guerra. El mayor cambio se sintió e la escuela, pues el idioma oficial pasó a ser el rumano y la cultura húngara fue públicamente erradicada. Al igual que la mayoría de los judíos transilvanos, los Ovitz se enorgullecían de sus conexiones culturales e históricas con Hungría, y las mantuvieron en casa. Perla aprendió el idioma y las viejas canciones escuchando a sus hermanas. Tenía un oído músical y una buena voz para cantar: "Desde la infancia imitaba a mis hermanas y cantaba de la mañana a la noche, dándole a todo el mundo dolor de cabeza. Nuestro doctor inquilino a menudo me sobornaba con chocolates para mantenerme callada".
- (33) A pesar de que podía recorrer sin problemas la corta distancia entre su casa y la escuela, a menudo se encontraba en los brazos de profesores y compañeros de clase, quienes no querían tanto aliviarla del esfuerzo sino divertirse con la alegría de saltar por ahí con una muñeca viviente. Nadie se preocupaba de pedirle permiso y ella no protestaba, temerosa de perder su compañía.
- (34) Momentos de gran felicidad para la familia fueron aquellos en los que, una tras otra, las tres mujeres enanas se casaron. La primera fue Rozika, la mayor, para ese entonces ya una vieja doncella de cuarenta, quien, el 2 de mayo de 1927, se casó con su primo de veintiocho año, Marcus Ovitz. La brecha de doce años en sus edades no era evidente pues, como la mayoría de los enanos, ella parecía más jovenes de lo que decía su edad. La siguiente en casarse fue Franziska, quien se unió con Marcel Leibovitz, y la siguió Frieda, quien intercambió votos con Ignaz (Izo) Edenburg, un electricista de la aldea cercana de Sighet.
- (35) Dado que las tres recién desposadas se rehusaron a dejar su parentela, los maridos no tuvieron más remedio que mudarse allí. Cada pareja tenía una habitación propia y se esperaba que los nuevos esposos su lugar ayudando a la familia enana con las tareas cotidianas. Este arreglo aplicaría a toda las futuras uniones también. Algunos esposos se ajustarían. Otros lo encontrarían muy complicado y se divorciarían. "Mis tíos y tías, los siete enanos, estaban tan apegados entre sí, que parecían una criatura mitológica con un cuerpo y siete cabezas", comenta el sobrino de Perla, Shimshon Ovitz, quien fue bautizado así en honor a su abuelo.
-(37) Batia Ovitz había temido que un enano solitario fuera dos veces más inútil que un gigante como ese: la única fortaleza de sus hijos, creía ella, residia en el número. En su lecho de muerte les dio un consejo que los guiaría por la vida, un consejo que de hecho con el tiempo los salvaría: "En las buenas y en las malas, nunca se separen. Permanezcan juntos, cuídense entre ustedes y vivan los unos por los otros".
- (38) Ya que se desviaba de la norma, los enanos siempre habían tenido problemas para ganarse la vida. Y sin embargo, históricamente les ha ido muchísimo mejor que a dolientes de otras deformidades mayores. Por supuesto que el público siempre ha estado interesado en la multiplicidad de la creación y en las rarezas de la naturaleza: un hombre elefante despierta aversión y lástima; un gigante evoca asombro; una niña con tres piernas sugiere aprehensión. Pero los enanos hacen que la gente sonría. A diferencia de los "raros-que a lo largo de la historia han sido marcados como mirabilis monstrorum, o "maravillas monstruosas" - los enanos son mirabilia hominum, "maravilla humana", quizás porque cada adulto fue en algún momento un niño y encuentra fácil identificarse con los apuros de una persona pequeña en un mundo (39) dominado por gente alta y objetos grandes.
-(39) Los enanos de la corte jugaban su desventaja en beneficio propio; sobrevivían haciendo reír a los demás, a menudo mediante bromas y trastadas, con frecuencia con un ingenio asombroso. Solo ellos podían hablarle crítica y francamente al faraón, al rey o al zar, sin temer que les separaran las cabezas de los cuerpos.
-(41) En un nivel más práctico, la entrañable cualidad de una inteligencia adulta escondida dentro de un cuerpo infantil hacía de los enanos buenos compañeros para los pequeños príncipes, mientras que las enanas acompañaban a las princesas. En las regias pinturas de la corte se encuentran a menudo enanos parados al lado de perros o de monos, subrayando su similar papel a mascotas reales.
-(41) A diferencia de los gigantes y de otra gente con deformidades físicas, los enanos actores no solo tomaban prestados los títulos de la nobleza, sino también sus estilos de vestir: vestidos gallardos y elegantes, sombreros espectaculares, abundancia de joyas falsas. Su apariencia regia y modales imperiales eran tan convincentes que en ocasiones confundían al público, en especial porque ciertos reyes y generales eran asombrosamente bajos: Atila el huno, Carlos III, Vladislao I de Polonia. El mismo Napoleón no era ningún gigante. Como la realeza tendía a casarse dentro de la misma familia, tenía una tasa de la misma famlia, tenía una tasa mayor a la normal con respecto a las deformidades físicas un fenómeno que habla por sí solo en los cuadros de Velásquez.
- (42) Los enanos no solo encontraban sus escenarios en tiendas de campaña o en ferias. A finales del siglo XIX Berlin estaba hechizada con Falmah y Smaum, dos hermanos enanos de Ceilán. Aparecían a diario entre los dos y las diez en la casa de té de Ceilán Hagenbeck. Cuando Fatmah murió a los dieciseis años, su hermano pasó a los deportes y actuó en el Wintergarten de Berlín y en el Zirkus Busch de Frankfurt. En 1904 Samuel W. Gupertz fundó una ciudad de enanos en la "Tierra de Sueños" de Coney Island.
-(42) A finales del siglo XIX el concepto darwiniano de la evolución encendió la llama de una excitación no solo entre los científicos, sino también entre el público en general, por lo que mirar fijamente fenómenos o anomalías evolutivas era considerado como "una experiencia educativa". Desde 1840 hasta 1940, en las tiendas de recintos feriales a todo lo largo y ancho de Europa, florecieron los espectáculos de fenómenos. El público asistía en hordas para ver a la gente desfigurada y malforme hacer tareas mundanas que les representaba un reto: una mujer sin brazos preparando el té, un hombre sin piernas montando bicicleta, o un enano tocando un instrumento musical.
-(45) (...) Se estima que solo en Europa durante los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, a menos mi quinientos enanos se ganaban la vida en el negocio del espectáculo. Setenta y un empresarios diferentes los representaban. Leo Singer empleaba veintiún agentes que rastreaban las más remotas aldeas europeas en busca de enanos, quienes incluso en ocasiones compraban a los padres a un pequeño de diez u once años.
-(46) Para que no todo fueran rosas o espinas, los Ovitz confeccionaron un programa de dos horas que se acoplaba a todos los gustos y estados de ánimo. Entre canciones, que interpretaban en cinco idiomas, mantenían a su audiencia llorando de la risa con bromas y escenas cómicas. De la rama jasídica de la familia habían heredado el lema "sirve al señor con alegría" y la idea de que la música, las canciones y el baile eran formas superiores de la oración y expresiones de la más profunda fe. Para el jasidismo, el judaísmo jasídico, vivir con alegría era una virtud y rendirse a la melancolía era una condena. Para encender los espíritus y elevarlos a un estado de éxtasis dichoso, los jasídicos movían sus torsos y aplaudían con gran fervor durante la oración. Con un entusiasmo similar, los Ovitz estaban en paz con Dios, la comunidad y con ellos mismos cuando ganaban dinreo haciendo reír.
-(48) "La Troupe Lilliput" parecía ser una elección obvia como nombre y como marca. Al ser un negocio familiar decidieron no contratar a ningún representante profesional. Avram, desde hacía tiempo el jefe de la familia, se responsabilizó de la publicidad y de los contratos. Mientras que los hermanos enanos eran las estrellas de los escenarios, los miembros de estatura promedio de la familia trabajaban tras bambalinas. Sarah asumió los deberes de "dama de los guardarropas"; preparaba los trajes para cada escena y ayudaba a sus hermanas enanas a desvestirse y a cambiarse de ropa. Cuando se apuraban entre escenas. Izo Edengurg, el marido de Frieda, trabajaba como utilero y arreglaba el transporte. Leah se quedaba en la granja familiar en Rozavlea, donde se ocupaba de los animales y las cosechas, y mantenía lista la casa para cuando al compañía regreseba de sus largos y extenuantes viajes. Con su buen sentido para los negocios, también se encargaba de la contabilidad y de llevar los libros del negocio familiar.
-(51) El horario de los tours de la compañía era coordinado con los organizadores de los festivales locales, los días de mercado y las ferias anuales; su programa era ajustado a la audiencia, al país y al evento. Hablaban a la perfección varios idiomas - húngaro, rumano, alemán y yidis- y podían cantar en unos cuantos más.
-(53) Como regalo promocional tenían impresas tarjetas con un retrato de los siete enanos y un autográfo que decía "suvenir de la troupe de Lilliput". Décadas después estas, tarjetas cuidadosamente preservadas en álbumes de fotos por los fans devotos, saldrían a la luz desde el olvido.
- (56) Un gigante, de más de siete pies de altura, Byrne dejó su tierra empobrecida para aparecer en las salas de exposiciones de la afluente Londres. Allí, en 1783, conoció al cirujano John Hunter, que convenció a la nueva sensación de la ciudad de 22 años de que los gigantes tienen vidas cortas de todos modos. Ya que su cuerpo tenía valor científico debía firmar documentación que permitieran al médico diseccionarlo después de la muerte.
- (59) Viendo a su presa, el publicista empujó de repente a Lya sobre regazo de Morgan. Chasqueó sus dedos y el fotógrafo de la prensa, con quién estaba asociado, tomó una foto. Cuando el flash enceguecedor se disolvió, todo el salón se quedo en silencio. Morgan, de sesenta y seis años, era famoso tanto por su falta de humor como por su aversión al contacto físico. Esa mañana se encontraba particularmente de mal humor por cuenta de la inquisitiva audiencia del Senado. Y, sin embargo, tras un momento de confusión y para la considerable sorpresa de todos los presentes, su cara se iluminó con una gran sonrisa.
-(60) Pero no pasó mucho tiempo apra que esta realidad de las cosas los alcanzara. Durante los veintidós años de gobierno rumano sobre Transilvania, Hungría nunca había abandonado la esperanza de (61) recupera su antigua provincia. El momento justo llegó en junio de 1940, cuando los soviéticos le dieron un ultimátum a Rumania exigiendo la devolución de Besarabia. Por su parte Hungría pidió la restitución de Transilvania. Dado que Hitler estaba planeando en secreto la invasión de Rusia con su "operación Barbarroja", para lo que necesitaba cómo aliada a Hungría y a Rumania, no pensaba tomar el riesgo de permitir una confrontación militar entre los dos países. El 30 de agosto de 1940, el ministro de relaciones exteriores de Alemania, Joachim von Ribbentrop, y su contraparte italiana, el conde Galeazzo Ciano, dictaminaron sus términos de arbitraje: Hungría recibiría la parte norte de Transilvania que tenía una población de 2.5 millones de habitantes.
-(61) El gobierno rumano siempre había sido antipático con los judíos, luego los Ovitz, como el resto de judíos de la región, le dieron la bienvenida a lo que parecía como el regreso de la era dorada del gobierno austrohúngaro. Sin embargo, lo que no se dieron cuenta fue que el actual régimen húngaro era por completo antisemita.
-(62) Entraron intempestivamente en las oficinas del gobierno con todas sus plumas, radiantes con su encanto natural y la teatral autoconfianza que habían adquirido a través de sus años como celebridades. Los siete enanos, contagiosamente alegres, deslumbraron de tal manera a los oficiales con sus presencias de cuento de hadas, sus fotos publicitarias y su charla burbujeante, que nunca les hicieron la única pregunta esencial. La palabra "judío" no apareció en sus recién expedidas tarjetas de identidades oficiales.
-(65) En el verano de 1941 las autoridades húngaras rodearon a más de treinta y cinco mil judíos que vivían en Transilvania desde 1919 y que no podían comprobar sus orígenes húngaros. Fueron deportados a las partes húngaras ocupadas de Galitzia, donde fueron llevvados abjo la creencia de que serían reubicados en granjas desiertas. El 27 y 28 de agosto veintitrés mil de ellos fueron masacrados.
-(65) La masacre de Kamianets- Podilskyi fue el primer exterminio a gran escala del que emergería el proyecto Nazi de genocidio conocido como la Solución Final. El 20 de enero de 1942 sería discutida la implementación sistemática de este programa en todos los países bajo el dominio alemán en la famosa conferencia Wansee en Berlín. Poco después comenzó el pastoreo de los millones de judíos en vagones de tren para ganado que los llevaría a los campos de la muerte o a su ejecución en los mataderos. El gobierno húngaro, sin embargo, estaba retrasando la deportación de sus judíos.
-(66) Desde 1941 todos los hombres judíos entre las edades de dieciocho y cuarenta y ocho fueron reclutados en las unidades de trabajo del ejército húngaro y llevados al frente ucraniano. Desactivaban minas, pavimentaban caminos, construían puentes, levantaban fortificaciones y cavaban en minas de cobre. Bajo codiciones deliberadamente difíciles, muchos hombres murieron de agotamiento, inanición y tortura. La meta del reclutamiento general no solo era ganar mano de obra, sino debilitar a las comunidades y reventarlas hasta casi la inanición al llevarse lejos a quienes ganaban el pan. Con los hombres judíos sanos lejos era contenida la posibilidad de resistencia ante las brutales medidas futuras.
-(67) Para comienzos de 1944 más de cuatro millones de judíos habían sido asesinados; cientos de miles más estaban encerrados en los guetos y en los campos de concentración. A pesar de sus nuevas dificultades, los Ovitz se las arreglaron para mantener sus carreras. Es de anotar que continuaron aceptando incluso giras extensas que los llevaron a cientos de kilómetros de distancia de su aldea. Al igual que muchos imaginaban qu ela guerra terminaría pronto; que las llamas se apagarían antes de quemarlos.
-(86) La investigación monumental sobre mellizos del profesor von Verschuer había sufrido grandes contratiempos por cuenta de la guerra no tenía objetos ni casos de estudio nuevos. Por lo tanto, sugurió que Mengele aplicara para una posición en Auschwitz, donde tendría acceso continuo a un ilimitado suministro de especímenes humanos. El 30 de mayo de 1943 Mengele, entonces con treinta y dos años, llegó a Birkenau, ubicado a cerca de tres kilómetros de Auscwitz. Birkenau había empezado sus operaciones en febrero de 1942; Auschwitz ya no daba abasto para lidiar con la masa de gente racialmente indeseable.
-(87) En su libro Prisioners of fear, Ella Lingens-Reiner, una antigua médica interna vienesa que trabajó con Megele, narra el método de descontaminación utilizado por el médico: consistió en enviar una barraca completa de 498 mujeres - la mayoría judías de Grecia- a las Cámaras de gas. Luego, la barraca vacía fue desinfectada. El siguiente paso consistió en que las mujeres de la barraca adyacente fueran desinfectadas y luego transferidas a la primera barraca saneada. Este proceso de "barracas musicales" continuó hasta que todas las mujeres fueron desinfectadas.
-(87) Por pedido y al servicio del profesor Von Verschuer recogía mellizos, pero también hacía uso de sus largos y diligentes turnos en la rampa para seleccionar mutaciones humanas inusuales y sorprendentes. Como un empresario endemoniadoque escogiera el repertorio para el más espectacular show de fenómenos, arrancaba de las masas a los jorobados, los tontos, los hermafroditas, los gigantes, los enanos, los hombres obscenamente obesos, las mujeres grotescamente corpulentas y cualquiera que sufriera de algún desorden en el crecimiento.
-(88) Su mentor, el profesor Von Verschuer, siempre había hecho énfasis en que la herencia podía ser mejor estudiada dentro de grupos familiares completos. Así que cuando Mengele escuchó que una gran familia de enanos acababa de llegar, no perdió ni un solo instante. Se apuró a ver la nueva adquisición. Los Ovitz se amontonaron alrededor de él y no perdieron la oportunidad de sorprenderlo.
-(91) El Ziklon B solo era efectivo a una temperatura ambiente de 27° celsius, la cual era alcanzada mediante el apiñamiento de masas de gente. Las cámaras de gas simplemente no eran puestas en funcionamiento para veintidós personas; a los grupos pequeños se les disparaba. Más aún, de acuerdo con las rígidas medidas de seguridad del campamento, el personal de la SS tenía que portar máscaras de gas cuando operaba con el Zyklon B. Si bien las víctimas morían dentro de quince minutos, los hombres de la SS esperaban por rutina media hora antes de encender los potentes ventiladores que disperasaban el gas desde adentro de las cámaras. Solo en ese momento se abrían las puertas. Los mismos operadores jamás entraban; por el contrario, los presos judíos del Sonderkommando eran enviandos a recoger y arrastrar los cuerpos para su cremación.
-(91-92) Fue una movida práctica por parte de Mengele, un curtido científico de laboratorio, quien se preocupaba por sus objetos humanos de la misma manera que lo hacía con sus ratas: siempre de acuerdo con sus necesidades particulares.
- (101) Las subvenciones que recibía el Instituto Kaiser Wilhelm del profesor Von Verschuer por parte de la principal fundación alemana para la investigación, la Deutsche Forschungsgemeinschaft, financiaban las investigaciones de Mengele en Auschwitz, en un principio sobre proteínas específicas y luego sobre los colores de los ojos. Tales fondos equiparon el laboratorio de Mengele con la tecnología médica más sofisticada y de avanzada. Actuando bajo las instrucciones y la supervición de Von Verschuer, Mengele enviaba al Instituto Kaiser Wilhem muestras de sangre, de miembros y globos oculares de diferentes colores. Mandó a asesinar familias enteras de gitanos solo por sus ojos.
-(102) Mengele le confió al profesor Berthold Epstein, un distinguido pediatra judío prisionero en el campo, que su única meta en la guerra era permanecer con vida y utilizar su trabajo en Birkenau como un trampolín hacia la Academia. Para evitar ser enviado de nuevo al frente buscó una póliza de seguros bajo la forma de un tratado científico que confirmara su valor profesional y la indespensabilidad de sus investigaciones en Auschwitz-Birkenau. "Somos enemigos, usted no saldra de aquí" , le dijo cortantemente Mengele a Epstein. "Si usted hace su trabajo científico para mí y yo lo publico con mi nombre, prolongará su vida". Como resultado Epstein investigó extensamente un tipo de gangrena letal de la cara y la boca, realizando pruebas en niños y adolescentes gitanos.
-(103) En su primer día de cacería encontró treinta y nueve especímenes humanos prometedores. En dos semanas se había enriquecido con 192 sujeros nuevos, y para finales de julio ya había alcanzado los 300: 177 mujeres y 123 hombres, en su mayoría mellizos, con edades que fluctuaban entre la infancia y la senectud. El 19 de mayo, día en que descubrío la Troupe de Lilliput, "estaba fuera desí de lo contentó", recuerda Olga Lengyel, una de las médicas judías a quienes forzaba que lo asistiera.
-(103) En 1865, Mendel, a quien también le interesaba varias deformidades humanas, publicó un artículo en una oscura revista científica en la que resumía todos sus experimentos. Como es bien sabido, él fue el primero en indicar la existencia de genes y el principio de la herencia genética, preo sus descubrimientos fueron ignorados durante más de tres décadas. Sin embargo, en el periodo que siguió a 1900 (unos buenos quince años después de la muerte de Mendel) reemergería su investigación botánica, transformadaa en el monstruo de la eugenesia.
- (104) Para la década de 1920, veinticinco de los estados de Estados Unidos habían legalizado la esterilización de los enfermos criminales, de los enfermos mentales, de los discapacitados y de otros considerados inferiores en el plano genético. Todo sea dicho, estas leyes estadounidenses fueron aplicadas en un grado relativamente modesto. La Alemania nazi modeló su propio programa obligatorio de esterilización siguiendo los precedentes estadounidenses y escandinavos, a la vez que fue pionera en la entusiasta implementación de dicho programa.
-(104) Todos los médicos, enfermeras y parteras tenían que reportar a cualquier paciente y a cada recién nacido que mostrara deformaciones en la cabeza o en la columna. Y se volvió más agresiva: una política de Estado expedida en 1938 autorizo el asesinato de niños que sufrieran de severos problemas físicos o mentales; en octubre de 1939 esta política de eutanasia se extendió a los adultos, conocido como "T4", mató a cerca de cien mil alemanes como sujetos poseedores de malformaciones corporales tan graves que ameritaban la eutanasia, pero no existen estadísticas que indiquen cuántos fueron en realidad asesinados.
-(105) Mengele tenía al menos tres en Birkenau: en el campamento de los hombres, en el de las mujeres y en el de los gitanos. Varios laboratorios le proveían sus servicios. Antes de escapar del campo en enero de 1945, empacó a la carrera en un baúl todos los datos, documentos y especímenes que pudo, producto de sus investigaciones. Al resto le prendió fuego.
-(112) Dina se ofreció a decorar las paredes de esta extraña isla de la cordura: "Pinte una pradera con algunos árboles y estaba a punto de incluir unas vacas o unas ovejas cuando me di cuenta de que todos los niños se habían unido detrás de mí. Me di la vuelta y les pregunté qué querían a lo que contestaron a coro: ¡Blancanieves y los siete enanitos!".
-(116) El bloque 28 del campamento principal de Auschwitz estaba equipado con los instrumentos más sofisticados de la época: un laboratorio fotográfico y un estudio. La mayoría de las fotos que allí se revelaban eran de prisioneros políticos, pero Mengele se aprovechó del laboratorio y del estudio para recopilar un registro fotográfico de sus objetos de estudio.
-(117) No tenía el tiempo ni la inclinación para hacer todas estas pruebas personalmente, y de todas maneras no lo necesitaba. No con la abundancia de expertos profesionales que había entre los cientos de miles que cruzaban las puertas de Auscwitz-Birkenau: la condesa doctora Martina Puzyna, era una de ellos.
-(201) Los Ovitz habían sido doblemente malditos por las políticas raciales nazis: considerados indignos de vivir por cuenta de ser judíos y por sus discapacidades. Fueron deportados a los campos de la muerte por ser judíos, pero ser enanos les salvó la vida. En una ideología que alababa la supervivencia del más apto, ellos probaron lo contrario.
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